La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.
Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
Estimados amigos: La reflexión de hoy, seguro estoy que levantará exclamaciones de asombro, de incredulidad e incluso de ira. Casualmente encontré una fotos escalofriantes (que son las que dan pie a este comentario). El Mar del Norte, circundante a las Islas Feroe, en Dinamarca, se tiñe de rojo por la matanza cruel, despiadada e irracional de delfines de la especie “calderón” que amistosos se acercan a la costa atraidos por la algarabía de jóvenes daneses quienes así “celebran” su llegada a la adultéz, masacrandolos hasta convertir aquello en una literal orgía de sangre, siguiendo una "tradición" que tiene 1200 años. ¿No dicen que la civilización nos permite erradicar el salvajismo y nos permite también conservar lo mas noble del ser humano? Lo anterior me lleva a reflexionar y surge la pregunta obligada ¿ Realmente estamos y vivimos en un mundo civilizado?
Si Dinamarca es uno de los países con mayores índices de bienestar y avances sociales, ¿Que grado de civilización tendrán a juzgar por lo comentado? Si entendemos como alguien civilizado a una persona culta y refinada, e imbuida de la vida cívica, por oposición a la ignorancia y a la simpleza o a la barbarie ¿ Que calificativo de civilización les pondriamos? Tan sólo tengamos cuidado antes de lanzar el primer adjetivo, no sea que se nos revierta. Si en la sociedad mexicana, actualmente los índices de bienestar personal y familiar (y por ende, reflejo social) nos situan en lugares bastante lejanos de la realidad danesa, y en una escala del 1 al 10, donde 10 sería el mas alto grado de civilización, ¿Que grado tendríamos? Estimado amigo, amiga, con sinceridad pongámonos una calificación,(Ojalá ésta sea aprobatoria), pero quiero recordarle, que los mexicanos no matamos delfines en masa, ni teñimos los mares de rojo, ¿No es cierto?.
Pero no nos engañemos, los mexicanos ¿no tenemos y festejamos la fiesta brava? Actualmente prohibida en muchos países. ¿No que la civilización ya había dejado muy lejos las orgías de sangre del circo romano, que reconocidos historiadores han considerado como signos visibles de la decadencia del Imperio Romano? El espectáculo cruel y sangriento donde se enfrentaban hombres y fieras ante el regocijo de la multitud enardecida por el olor a sudor y sangre. ¿Algo ha cambiado desde entonces? Muchas cosas. Ahora son “fiestas” organizadas y televisadas, donde el ingreso económico le hace ser un espectáculo muy redituable, en México, es “espectáculo” reglamentado por la ley. Donde el animal es acosado, asustado y acorralado, y donde sólo su instinto de conservación le hace embestir; donde el animal es debilitado por la continua pérdida de sangre, para “gloria” de un “torero” y los gritos de “ole” hilarantes de la multitud. Que extraño es el ser humano que a más de 5000 años de historia, no ha logrado superar los viejos instintos de primitivismo y barbarie que lo situan en un nivel mas bajo que aquellos seres con los que pretende divertirse y demostrar valentía. Eso, amigos míos, no puedo yo llamarlo civilización.
