BIENVENIDA

Estimados amigos, la pretensión de éste humilde blog, es publicar, difundir, comentar, analizar cualquier cosa, cualquier suceso, cualquier noticia, cualquier ocurrencia de cualquier tipo, sea político, económico, ecológico, cibernético, científico, religioso, dogmático, pragmático, etc. que pudiera ser de interés para alguien, en cualquier parte, en forma seria, satírica o irónica; eso sí, será requisito indispensable el bien decir y el respeto total al intercambio respetuoso de ideas. IDEAS VS. IDEAS, no ideas Vs. personas, será pues, un blog de AMIGOS. ¿Porqué Urícuaro? Porque es el lugar ideal, ya que en la transcripción P'orhe (Purepecha), significa "Lugar de Encinos" y ¿Que mejor que reflexionar sobre el mundo, reposando a la sombra de una encina?

lunes, 25 de enero de 2010

Los mexicanos y los diminutivos



Los mexicanos y los diminutivos.

Estimado amigo: ¿Conoce Ud. Las canciones mexicanas “Cielito lindo? ¿Farolito? ¿Dos arbolitos?; sería excepcional si su respuesta fuera negativa.
Lo anterior me motiva a la presente reflexión ya que bien deberían llamarse tan sólo “Cielo lindo”, “Farol” o “Dos árboles” y caigo en cuenta que los mexicanos tendemos a usar en nuestro diario lenguaje infinidad de vocablos en diminutivo.

Para un rico almuerzito, ¿No se le antojan unos frijolitos calientitos, con quesito, con unas tortillitas recién echaditas, con un chilito muy sabrosito o unos chilaquilitos picositos, acompañados por una tacita de cafecito bien calientito, con una semita o un panecito?

Me preguntaba, vagabundeando entre los encinos de Urícuaro el porque de ésta característica peculiar de nuestro lenguaje y expongo a usted algunas de mis conclusiones.

Si bien es cierto que en todos los países pueden existir, y que los argentinos y algunos andaluces también se pintan solos en el uso de diminutivos; no hay quien gane a los mexicanos en su uso cotidiano y generalizado.

De nuestra herencia española tendríamos el primer factor que explique parcialmente lo anterior. (España nos sometió, nos inculcó su forma de expresión).

De nuestra herencia indígena, concretamente de las tribus nahuatlacas (Es decir, hablantes del nahuatl, tribus dominantes de la región central de lo que sería México, hasta la llegada de los españoles) tomariamos el sufijo “tzin” que se traduce en algo así como “ito” o “ita” y es así como llegaron hasta nosotros las traducciones por ejemplo de “Tonatzin – Madrecita” “Tzapotzinco – En los zapotitos” “Nopaltzinco – En los nopalitos” “Ahuatzinzinco – En los encinitos”.

También creo que los mexicanos somos un pueblo afectuoso, “cariñosito” pues, y en ese sentido creemos que al referirnos a algo o alguien en diminutivo, expresamos mediante éste, un grado mayor de ternura, de cariño, de afecto, y asi decimos: “mi niñita”, “mi mujercita”, “mi chaparrita”, “mi morenita”, “mi madrecita”, etc.

Podemos indicar tambien afecto exagerado y respeto a la vez, por ejemplo al referirnos al “patroncito”, al “jefecito”, “padrecito”, “doctorcito”.

Expresamos también un temor respetuoso al decir “Diosito”, “La virgencita”, “El santito”; pero también intentamos disminuir la dimensión de algo al decir “Préstame un dinerito”, “Hazme un favorcito”.

Lo utilizamos como medida indeterminada de tiempo o lugar: “En un ratito llego” (No llegaremos); “Espérame cinco minutitos” (Llegaremos en una hora); “Por ahí andaré afuerita” (No lo encontraremos).
Para expresar afecto o picardía; a nuestros hijos, sobrinos, ahijados, les llamamos “Manuelito”, “Rosita”, “Josesito”, “Jaimito”; un servidor y amigo ya no se cuece al primer herbor y para la gente de mi comunidad sigo siendo “Luisito”; Recuerdo a una entrañable amiga quien tiene un hermano llamado Eloy y le preguntabamos ¿Como está Eloyito? Y ella prontamente corregía “Querrán decir Eloycito”; recordemos también las andanzas de “Pepito”
Tambien los hijos, nietos, usamos el diminutivo intentando sobornar a nuestros mayores, así, cuando mi hija refiriendose a mi me dice “Papito”, ya sé que algo quiere obtener de mi.

Todo lo anterior no tiene cabida en la gramática dictada por la Real Academia de la Lengua Española, pero los mexicanos la utilizamos tal vez inconcientemente para rebelarnos ante los indicios de la autoridad a que fuimos sometidos por los españoles.

A traves de los diminutivos pretendemos comunicarnos no con el área racional de nuestro interlocutor sino con su parte sentimental, emotiva; No es igual decir “Se cayó un viejo de la banqueta” que decir “Se cayó un pobrecito viejito de la banqueta”, además hemos sido tan versátiles que los usamos, gramaticalmente hablando, de varias maneras:
Como sustantivos: “Que hermosa casita
Como adjetivos: “Que casa tan chiquitita
Como cuantificadores: “Sírveme poquitito molito”
Como verbos: “Nos escapamos corriendito
Como adverbio de lugar: “Te espero enfrentito
Como adverbio de tiempo: “Llegaré mas tardecito
Como adverbio de modalidad: “De veritas” (No es latín, queremos decir: De veras)
Como adverbio de cantidad: “Nomás tantito

Estimado amigo, en nuestra afición musical existen centenares de melodías que llevan el diminutivo, citaremos como ejemplo “Las mañanitas”, “La Adelita”, “Amorcito corazón”, “Arroyito”, “Adiós Mariquita linda”, “La Panchita”, “Granito de Sal”, “Mi cariñito” y me queda claro que se oyen mejor que si tan sólo se llamasen “Las mañanas”, “La Adela”, “Amor corazón”, “Arroyo”, “Adiós Marica linda”, “La Pancha”, “Grano de sal” o “Mi cariño”.

Para concluir, reciban un saludito cordial desde los encinitos de Urícuaro.

sábado, 16 de enero de 2010

Mexicanos y Cubanos: Su estadía en los E.U.A.


En honor a un buen amigo y mejor persona: J.J.Fernández de C.

Mexicanos y Cubanos: Su estadía en los E.U.A.

Estimado amigo: Hace ya algunos ayeres, platicando con un buen amigo, cubano él por nacimiento, universal por su don de gentes, su clara intuición y su buen juicio, en visita a ésta su casa, se mostro gustoso y nostálgico a la vez al encontrar semejanzas entre éste pequeño rincón michoacano y su siempre bien recordada tierra natal: Bayamo, en Cuba.
Hoy vuelvo a tener noticias de él, lo que es grato para mi y me motiva a escribir estas reflexiones que alguna vez compartimos bajo los encinos de Urícuaro referentes a nuestra gente, gentes mexicanas y gentes cubanas y nuestra relación con un destino común: La estancia en los E.U.A.

Las semejanzas:
México, país de indigenas sometido por la Corona Española.
Cuba, país de indígenas sometido por la Corona Española, además con un fuerte ingreso de esclavos llegados de África. (Verguenzas de la historia)

México, país mestizo, de habla española, de raíces campesinas que desde 1942 en adelante, por medio del programa “Braceros” vivió la migración de miles de trabajadores del campo hacia los E.U.A. buscando mejorar las condiciones de vida de sus familias.
Cuba, país mestizo, de habla española, de raíces campesinas que a partir de la Revolución Cubana, pór los años 60´s vivió gran éxodo de ciudadanos cubanos a los E.U.A., país que les abre los brazos y los recibe como exiliados políticos.
Llegan ambos a un país extraño, no muy lejano a su tierra natal, los mexicanos por tierra, los cubanos por mar.

Por aquí empiezan las mayores diferencias:
De México, emigraban generalmente los campesinos, (A quienes admiro por su tenacidad y su perseverancia, además por el anhelo legítimo de mejorar las condiciones de vida de sus familias), los que en su gran mayoría no tenían instrucción académica ni siquiera básica, eran raros los que sabían leer y escribir.
De Cuba, salieron generalmente los intelectuales, los académicos, los profesionistas, los universitarios y personas con estudios de nivel medio a superior y que no permitían sujetarse a ninguna forma de gobierno que les significara reducción de sus libertades (A su entender), o personas a quienes el nuevo gobierno les expropió sus bienes.

Los trabajadores mexicanos (Mi padre entre ellos), conseguían dinero prestado para el viaje “al norte” es decir, a los E.U.A., trabajaban en los campos agrícolas, en fundiciones o en el ferrocarril durante periodos de seis a nueve meses, regresándo a su país donde estaba su familia a pasar los meses restantes del año, periodo durante el cual se acababan los ahorros y el ciclo se repetía: Conseguir dinero, viajar “al norte”, trabajar, pagar lo prestado, mandar dinero a su familia, regresar, gastar lo ahorrado, etc, en un ciclo anual interminable.

Los cubanos salían de su patria sin el aliciente del regreso, (No han vuelto aún), llegaron trabajando de boleros, de meseros, de lavaplatos, de mozos, en fín, de lo que “fuera saliendo”. Pero no olvidemos que su propia capacidad intelectual les fue permitiendo aprovechar las oportunidades de mejora y fue solo cuestión de tiempo que la mayoría estuviera en puestos bien remunerados o formaran sus propias empresas. Ellos, por cuestiones políticas bastante conocidas, no regresaron jamás a su país donde dejaron familiares, amigos, querencias y como dicen que dijo el Gral. Mc. Arthur: un “Volveré”.
El flujo de mexicanos al vecino país, sigue interminable, los ahorros de los mexicanos, si bien es cierto que existen, no lo es la proporción a los ahorros que ciudadanos cubanos naturalizados norteamericanos han logrado gracias a su visión intelectual y empresarial en contraste con nuestra visión, además ellos no regresaron a gastarlos en Cuba.

Existe en la generación que nació, vivió y creció en la “Perla del Caribe”, un anhelo de volver a visitar su hogar o lo que quede de él y sólo Dios sabe si lo podrán hacer algún día.
Reflexionando bajo los frondosos encinos de Urícuaro, avizoro un gran repunte económico para el país caribeño en cuanto las circunstancias lo permitan, la generación de la que hablaba, puede darle ese impulso; No creo que las nuevas generaciones, descendientes de cubanos, pero nacidos en los E.U.A. Tengan motivos para regresar, siento ese gran dolor y pena que han sabido superar, pero no los abandona, somos humanos pues.

Desde luego es una reflexión generalizada, por lo que no se puede aplicar en TODOS los casos; tenemos ejemplos excelentes de mexicanos triunfadores en los E.U.A. Tanto en el sector académico, como en el empresarial, astronáutico y aún en el político y también tenemos deplorables ejemplos de cubanos en los E.U.A., sin hablar de “los marielitos”, que podrá ser tema de otra breve reflexión, al igual que otra mas extensa sobre lo que el futuro pueda depararnos a nosotros, mexicanos en México y a nuestros hermanos mexicanos, en los E.U.A.

Por cierto, la pintura que engalana ésta reflexión, es un óleo sobre tela, del pintor J. Francisco Alemán Cerda, de la colección particular del Sr. Luis Vega Melgoza, y se titula “Nostalgia del bracero” quienes gustosos accedieron al uso de la misma obra. Un saludo cordial desde la fronda de añosos encinos en Urícuaro.

miércoles, 6 de enero de 2010

Música Ranchera Mexicana en la República de Chile



La Música Ranchera Mexicana en la República de Chile.

Estimado amigo: ¿Sabe usted que en la Republica de Chile tienen un gusto extraordinario por la música ranchera mexicana?
Platicaba ayer con un buen amigo y me decía: “Amigo Luis, no cabe duda que traemos la música en el alma, y es admirable como le gusta y conoce de música”.
Lo que les cuento, de lo que me dijo mi amigo, es cierto; lo de que me gusta la música, también es cierto; lo que dudo, es en cuanto a lo que dijo que conozco de música.
Sin embargo, como toda afición, tema o asunto que despierta nuestro interés, pues nos permite estar siempre “atentos” a todo lo que ocurre a nuestro derredor o estar siempre leyendo, escuchando, platicando, comentando algo acerca de nuestros gustos, en éste caso, de la música.
En uno de los blogs donde colaboramos con algo de la música que hemos logrado conservar, hemos tenido contacto con amigos de diversidad de lugares y países que comparten nuestra afición.
Destaca y llama la atención, la presencia de nuestros amigos de la República de Chile a quienes en forma extraordinaria gusta la música ranchera mexicana, lo que me motiva a tratar de explicar el porque nos favorecen con su gusto por nuestro sentimiento ranchero, puedo equivocarme, por lo que admito las correcciones y apreciaciones pertinentes, con la condición de éste blog: El respeto total al intercambio respetuoso de ideas, lo que nos enriquecerá a todos.
Nos remontaremos hasta el año de 1939, el día 24 de enero donde un fuerte movimiento telúrico, un sismo, un temblor de tierra castigó con su poder destructivo a la sureña ciudad chilena de Chillán, dejandola practicamente en ruinas, y dejando cerca de quince mil víctimas mortales. (Seguro nuestros amigos chilenos saben de este suceso).
Nuestro país, México, gozaba (creo) de respeto en el concierto mundial y como es de hombres de bien el prestar socorro en casos necesarios, se aprestó, a pesar de las dificultades nacionales, (Recordemos que recién había sucedido la expropiación petrolera y se tenían que pagar las indemnizaciones correspondientes a las petroleras extranjeras) a auxiliar a nuestros hermanos chilenos.
Mandó el gobierno mexicano lo necesario para construir una escuela “La Escuela México” misma que se inició a construir en 1941 y fué concluida e inaugurada en marzo de 1942, escuela grande, moderna de materiales sólidos, símbolo de la solidaridad de los mexicanos.
Gracias a la intervención de Pablo Neruda, los pintores mexicanos David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero fueron hasta Chillán para pintar unos murales alusivos a la hermandad entre las dos naciones y de otras facetas de la historia de Chile, esos murales forman parte del más valioso patrimonio cultural de la ciudad.
Además de lo anterior, y como un intento por levantar el ánimo de los desolados sobrevivientes, alguien sugirió enviarles algunos medios de distracción, entre ellos muchos filmes de la época de oro del cine mexicano, ya que no tenía caso enviarles películas subtituladas puesto que la mayoría de la gente no sabía leer.
Es así pues --como todos sabemos, las películas mexicanas se caracterizan por incluir en su desarrollo gran cantidad de canciones y muchas de ellas giran en torno a temas musicales-- que pronto esa región chilena conoció a Tito Guízar, a Pedro Infante, a Jorge Negrete, Antonio Aguilar, Pedro Vargas y otros destacados cantantes-actores mexicanos de corte ranchero.
Me parece relativamente fácil entender el ánimo de los sobrevivientes de Chillán, de gratitud por el apoyo recibido y la buena voluntad hacia todo lo mexicano, por lo que pronto cundió el gusto “ranchero” por toda la región sureña, Chillán, Chanco, Lumaco, entre otros lugares, crecieron con la música ranchera mexicana, lo que se consolidó con la presentación de Jorge Negrete en Chile en 1946 siendo un fenómeno emotivo de tal magnitud que aún se recuerda. Fenómeno que no encuadra en la simple fenomenología de masas sin entender previamente la buena voluntad ganada por los mexicanos con sus acciones comentadas anteriormente.
Desde 1989, cada año en el mes de febrero, Quilhuiné, población perteneciente a Chanco, se transforma en el “Festival Ranchero Guadalupe Del Cármen” que atrae miles de asistentes donde Quilhuiné se convierte en un rincón mexicano; por doquier salen a relucir hombres ataviados con trajes de charro y bellas mozas con sus faldas enlistonadas y sus moños multicolores.
Resulta lógico que los ritmos y las letras se enriquezcan al mezclarse con las raíces locales y se adapten a la región, pero es grato saber que la auténtica música ranchera mexicana, tiene en nuestros hermanos chilenos a unos fieles y admirables seguidores.
Como un comentario adicional, le diré que algunas melodías rancheras muy antiguas y desconocidas en nuestro país, nos la han enviado gentiles amigos chilenos, en el blog amigo de Música Popular Mexicana y Música Popular Latinoamericana busquemos en la sección de peticiones los aportes de “Recuerdos” y de “Nibaldo”
Vaya desde este humilde espacio un grande, respetuoso, afectuoso y cordial saludo para todos nuestros amigos chilenos que comparten nuestro gusto musical.