Estimados amigos, desde los principios de los tiempos han existido “videntes”, “profetas”, “chamanes”, “sacerdotes”, “augures”, “oráculos”, en fín, personajes que han pretendido o creido “ver” o vaticinar los sucesos por venir.
Recordemos al tan traído y llevado Michel de Nostradamus.
De ninguna manera un servidor goza de tan “fabulosos” dones divinos, pero hoy tan sólo hablaré de una “profecía” que se me ocurre, aclarando que es tan sólo producto de un análisis de la situación política mexicana, hecho por un simple ciudadano mexicano, eso si, desde la sombra de los frondosos encinos de Urícuaro.
Previamente, me definiré como un ciudadano “libre”, es decir, sin compromisos con ningún partido político, ni verde, ni amarillo, ni azul, ni rojo, ni multicolor; o como decía un amigo: “A mi, ningún partido me ha puesto el fierro”, queriendo decir que no era “propiedad” de ningún partido, y haciendo la comparativa con los semovientes cuando los marcan con fierros candentes para manifestar su legítima propiedad; Algo así como la placa o la matrícula de un automóvil, por lo que ofrezco una sincera disculpa a alguno de nuestros amigos que pueda sentirse ofendido en sus preferencias o apreciaciones partidistas. Eso si, respeto la intención original del blog, de expresarnos con respeto.
Todos los partidos políticos mexicanos están con la vista puesta en la próxima sucesión presidencial, quiero pensar (ojalá no me tachen de iluso), que es porque quieren que a traves de sus candidatos y propuestas, asi como con sus planes de trabajo, se mejore el nivel de vida y bienestar de TODOS los mexicanos y no tan sólo para engrosar las arcas personales y de la clase política.
Bueno, los mexicanos hemos demostrado que estamos listos para la alternancia política; Setenta años del partido de la ex-aplanadora; Doce años de alternancia azul; podriamos pensar que ahora el Palacio Nacional y Los Pinos serán amarillos.
Pero; nunca falta un pero, creo que el trabajo hecho por el líder de los amarillos, en vez de redituarle capital político, les ha sido contraproducente, dicho con todo respeto, tal parece que han perdido piso y eso les ha granjeado antipatías entre un gran número de electores, no se diga ahora con la farsa de “Juanito” que nos habla más de circo que de la mínima honestidad política que se debe tener hasta consigo mismos.
Por el lado azul, a pesar de la buena voluntad y valentía de nuestro Presidente de la República, no se vislumbran sucesores dignos y con capacidad de obtener votos mayoritarios del electorado.
Volvamos la mirada hacia el tricolor, y auguramos que por su aún disciplina partidista, y excelentes resultados electorales de los últimos tiempos, pueden ser la fuerza que pueda retornar al sillón que dejaron vacante hace ya dos sexenios. Con todo el respeto que nos merece el “caballo de hacienda”, el C. Gobernador del Estado de México, Lic. Enrique Peña Nieto, y a quien nos hacen creer como “el bueno”, distrayéndonos con la excesiva publicidad mediática hacia su persona y hacia su trabajo, creemos que “asomó” muy temprano la “cabeza” y sin dudar ni poner en tela de juicio su capacidad o merecimientos, ese “madruguete” le hará perder la carrera.
Analizando lo que sucede en el mundo moderno, ahora con la reelección de Angela Dorothea Merkel como canciller de Alemania; Con la asunción como Presidenta de Chile de la Sra. Michelle Bachelet;
Con el triunfo de la Sra. Cristina Kirchner como Presidenta de Argentina, entre las mas representativas que me vienen a la mente, me queda claro que es el tiempo de la participación decidida (y destacada por cierto) de la mujer, para ellas mi muy humilde y personal reconocimiento, ya que su participación en la vida pública no ha sido nada fácil; pero nos han demostrado con hechos que son capaces de superarnos ampliamente en casi todos los órdenes.
Aristófanes, el gran dramaturgo griego, decía que las mujeres habrían conquistado el poder gracias a las poderosas armas de la belleza y del sexo; cosas del tiempo, la mujer, nos ha superado con armas diferentes, con voluntad, ahinco, esfuerzo, trabajo, personalidad y sobretodo con talento.
En ese tenor, tenemos en el mundo político mexicano una digna representante en la persona de Beatríz Elena Paredes Rangel, socióloga egresada de la UNAM y experta política, conciliadora, inteligente, moderada, mesurada y prudente, sensible, congruente, culta, distinguida y con un andar político que ya quisieran muchos de los aspirantes (o suspirantes) a puestos de responsabilidad en la conducción de nuestro aún hermoso país.
Algo de lo que he averiguado de ella, nos dice que es oriunda de Tlaxcala, México; Actualmente es Presidenta Nacional del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y a quien se le debe gran parte del mérito de ese partido político de los buenos resultados que ultimamente han obtenido en las urnas.
Ha sido gobernadora de su estado natal, Tlaxcala, (La segunda mujer gobernadora en nuestro país); Diputada local en el Congreso de Tlaxcala; Diputada Federal en varias ocasiones y Presidenta de la Cámara de Diputados también, desde donde respondió uno de los informes de José López Portillo y dos de Vicente Fox Quesada; Subsecretaria de la Reforma Agraria; Secretaria General de su partido, el PRI; Embajadora de México en Cuba; Senadora de la República; Líder de la CNC (Confederación Nacional Campesina) siendo la primer mujer en ese encargo; Presidenta de la Fundación Colosio del PRI; Integrante del Consejo Consultivo de la UNICEF; Presidenta del Parlamento Latinoamericano, organismo parlamentario internacional que integra a parlamentarios de 22 países. Países como Brasil, España y Guatemala, le han otorgado premios que otorgan a personas sobresalientes del extranjero.
Y asómbrese usted: En todas sus actividades, ha dejado muy buen sabor de boca, se ha desempeñado honestamente y con inteligencia; sé de muchos políticos que sólo van a cobrar y ya, Beatriz Paredes, tal parece que cumple cabalmente con su deber, dícen quienes la conocen que Beatríz “vive para trabajar”. Ah, se me olvidaba su faceta de mujer mexicana sensible, es una excelente compositora de versos, de música, y con su guitarra en mano, no canta nada mal las rancheras (Ni las otras).
Por lo anteriormente mencionado es que me atrevo a hacer mi vaticinio, mi “profecía”, lo que observé en “mi bola de cristal”, que la próxima persona en ocupar la Presidencia de México, será mujer, y que el nombre de esa mujer será Beatríz Elena Paredes Rangel, lo que auguro además que será realmente quien nos aliente a nosotros los mexicanos, a la unidad, a una vida ordenada, a que unidos mejoremos nuestro nivel de vida, a eliminar componendas y corrupción, a recobrar el prestigio que nuestro país tuvo en el concierto de naciones hace ya muchos ayeres.
Bienvenida DOÑA BEATRIZ ELENA PAREDES RANGEL, es su tiempo( y el de los mexicanos), y quien sabe esperarlo y aprovecharlo, demuestra aún más su prudencia, templanza y sabiduría, con su ánimo conciliatorio sabrá limar las mezquinas asperezas de nuestra “flamante” clase política que frena ya no sólo el avance, sino la simple y elemental convivencia a la que todos tenemos derecho.
