jueves, 29 de noviembre de 2012
Para Reflexionar... En Serio. Vida y Pensamiento de un Tuareg.
Estimado amigo, apreciable amiga: En ésta ocasión, presentaré a usted, una breve pero profunda entrevista que realizó Víctor Manuel Amela Bonilla, periodista español que escribe desde 1984 en el diario español 'La Vanguardia' a un Tuareg, a Moussa Ag Assarid, me parece que en el año 2010. Me di a la tarea de buscar, con fortuna, dicha entrevista que ya había leído, con pretexto de un dialógo con un amigo en el que nos cuestionamos el como llevar una vida felíz y satisfactoria.
Los tuaregs, también llamados 'imuhagh' son un pueblo bereber, habitantes nómadas del Desierto del Sáhara, en el norte de Africa.
Su población se extiende por cinco países africanos: Argelia, Libia, Níger, Malí y Burkina Faso.
Se dedican al pastoreo, siempre viajando por todo el Sahara, con sus grandes rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos, a los que cuidan entre varias familias.
Los hemos visto en algunas películas, también son conocidos como ´los hombres del turbante azul' o 'los hombres azules del desierto'.
Bueno, lo anterior sirva de preambulo a lo que leeremos a continuación.
ENTREVISTA:
- Por favor, deme sus datos generales, edad, ocupación, fecha de nacimiento, por ejemplo:
No sé mi edad: nací en el Desierto del Sahara, sin papeles…!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo
- ¡Qué turbante tan hermoso…!
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo…
- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa “abandonados” , porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: “Señores del Desierto”, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… “¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!”, denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio…
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba… Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre… Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante.
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas… Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda…
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto... ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro…
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja…
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté… Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua… y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso…
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos… Yo tendría unos doce años, y mi madre murió… ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa… Entendí: mi madre estaba ayudándome…
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo…
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella… Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra… Aquí, por la noche, miráis la tele.
- Sí… ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa… En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde…
- Fascinante, desde luego…
- Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor… La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor…
- Qué paz…
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
Estimado amigo, apreciable amiga: ¿No le gustaría, en nuestras agitadas ciudades y en nuestros vertiginosos tiempos, adoptar un poco de la filosofía tuareg?
Desde las frondas de Urícuaro, reciba un saludo cordial.
6 comentarios:
De INTERÉS, Leerlo por favor:
Estimado amigo, apreciable amiga, usted que ha llegado aquí para aprender sobre los medicamentos caducados, le diré, con pesar mío, que DEBO DAR POR TERMINADOS los comentarios al tema.
Le explicaré la razón.
Intenté dar la información en el cuerpo del post, pero luego, se empezó a hacer consultas específicas, las mismas que traté de responder en forma rápida y oportuna, Mas sin embargo, no me es posible hacerlo con la rapidéz con que usted o la persona que hace el cuestionamiento quisiera. Por tal motivo, tuve una situación muy penosa con una persona (Tal vez si yo estuviese en su situación, me comportaría igual) a la que no pude responderle oportunamente y nos originó unos malos ratos que no quiero repetir. Ya me disculpé con la persona, eliminé algunos de sus comentarios y todo bien, Pero hago unas precisiones:
1.- Yo no tengo a la vista sus medicamentos, por lo que solamente USTEDES, en base casi EXCLUSIVA de la forma de ALMACENAJE y el ESTADO DE CONSERVACIÓN de los medicamentos, podrán definir si están en buen estado o no, incluso, más allá de la FECHA IMPRESA. Por tal motivo, no puedo expresar una opinión 100 % confiable.
2.- En un 98% de los comentarios o preguntas, son referidas a lo mismo, al ESTADO DE CONSERVACIÓN de los medicamentos, y eso está explicado hasta la saciedad, si leemos el post y los comentarios que nos hacen asi como las respuestas, NO DEBE HABER NINGUNA DUDA AL RESPECTO.
3.- No Olvidemos que la VENTA de un medicamento caducado, así sea por un sólo día, es algo prohibido por las leyes mexicanas en la materia,por lo que un servidor le menciona solamente el fruto de mis observaciones (Y estudios) asi como lo que algunas Universidades y Organizaciones han investigado al respecto, pero lo más preocupante es el no TENER EN MIS MANOS el medicamento, por lo que en ninguna circunstancia le sugeriré que es mejor un medicamento viejo, maltratado o caduco, que uno igual pero de reciente fabricación y adecuado manejo, eso está muy claro.
Si surgen novedades en lo que se refiere a las caducidades, haré otro post o modificaré el actual, pero considero que la información expresada en éste post, es clara, honesta, profesional y verídica y trata de dar un panorama general del asunto,
LE agradezco su comprensión y por favor, lea tanto el post como los comentarios, le aseguro, que logrará tomar una decisión correcta.
30 de Mayo de 2016. Luis loboster.
Estimado amigo, apreciable amiga: Por esas situaciones de Internet, me han estado saturando mis correos con cientos de comentarios y mensajes 'spam', por lo que me veo obligado a utilizar ésta forma de contacto, ya que no me permite ni siquiera distinguir un comentario real de uno 'basura'. Suplico su comprensión ante ésta medida, que podrá ser temporal, de acuerdo a los resultados. Un saludo cordial.
Luis, no veo una manera de contactar contigo por email, mira, has puesto una foto con derechos de autor, y a parte que es un menor es mi hijo, retírala de inmediato, no se de donde la has bajado pero te pediría que me des la información. Gracias
ResponderEliminarEstimado Sr. Bueno: Antes que nada permitame ofrecerle una sentida disculpa, a la vez hacer de su conocimiento que ya retiré la foto en mención. Si de algo sirve, sólo le explicaré, esperando su comprensión, que como puede Ud. ver en el texto del artículo, es una entrevista periodística real, y que la foto sólamente me sirve para ilustrar y enriquecer lo que pretendo decir. En cuanto a indicarle el lugar de donde tomé la foto, le diré que la busqué y tomé de la sección de 'imágenes' de Google, bajo el rubro 'tuareg' misma que seguramente ya debió de ser retirada, puesto que no la encuentro y la he buscado con minuciosidad. La tomé entre cientos porque me pareció que expresaba cabalmente lo escrito, sin ningún ánimo de molestar a nadie, antes al contrario, ya ve usted que el texto muestra una faceta elevada de 'los hombres azules del desierto'.
EliminarEspero acepte mi disculpa, y lamento los contratiempos que le haya podido causar.
Me suscribo a sus apreciables ordenes, a la vez le felicito por tan exquisita foto.
Mi mail: loboster88@gmail.com
EliminarGracias Luis, no se como sin tener redes sociales fue a parar la foto a la red, ya me ocupé de sacarla también de google.
ResponderEliminarEn cuanto a tu artículo, enhorabuena y por supuesto, mil gracias por tu rápida respuesta.
La reflexion que ha generado en mi humilde persona esta interesante entrevista que, obviamente (y lamentablemente) no había leido, me ha motivado, Don Luis, a agradecerle de todo corazón este profundísimo contenido
ResponderEliminarCreo que cualquier otro comentario, empañaría lo diáfano de este pensamiento, por eso, mejor callo....
'Un gran saludo, hermano!!!
Estimado y fino amigo Don Efrén; Un gusto saber de su grata visita; tiene Ud. razón: la entrevista no necesita comentarios, pero no nos caería nada mal `copiar' en nuestra agitada vida moderna y ´civilizada´, un poco de la filosofía tuareg. Aprovecho para desearle a usted y a sus seres queridos, un año 2014, pleno de dicha, felicidad, prosperidad, amor y sobre todo, de SALUD.
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